8:30 de la mañana. Ayer acabé el día hora y media tarde. Hoy lo empiezo media hora pronto. Esta tarde tengo la visita del auditor interno y tengo que presentarle las conciliaciones bancarias actualizadas. Al lio. Esto sólo me va a retrasar la preparación del presupuesto (plazo máximo semana que viene), el cierre del ejercicio anterior (mismo plazo). Y gravita sobre nuestras cabezas una inspección ... bonic día, ningú no ho diría...
11:30, cafecito. No dejo de pensar en mis historias personales. Esta navidad tuve un mal rollo, se produjo una situación en la que me sentí muy defraudado y a pesar de que lo hemos hablado muchisimo no consigo pasar página. La última conversación giró alrededor de que dificilmente la podía perdonar si no había arrepentimiento. Su respuesta fue, tras varios días de silencio por su parte y angustia que aún me dura, que se arrepentía de haberme hecho tanto daño, de nada más. No se como plantearle que no me sirve, no es suficiente. Se arrepiente de lo único que no necesito. Ya se que nunca ha querido hacerme daño, si tuviera la más mínima duda de ello, no estaríamos juntos.
Cada vez que tengo pensamientos tan cargados de niebla llenandome la cabeza, procuro despejarlos a golpe de positivar la situación. Estamos juntos y queremos avanzar un proyecto común.
No me importa (si que me importa, pero lo admito por principios) que un día conozca a una persona especial, se enamore y decida irse con él. De hecho, a mi me puede ocurrir lo mismo en cualquier momento. Lo que si me importa es que, si estamos juntos, no luchemos por ello.
Cada vez que aparece una persona que podría ser especial -y doy fé de que ocurre suficientemente a menudo- no podemos ir con las puertas abiertas a ver si es tan maravilloso como parece. Debemos anteponer una barrera que proteja nuestra pareja, si no no merece la pena continuar juntos y entonces sí seremos libres de buscar lo que queramos.
Lo que no puedo admitir es estar con una persona que no pone esa barrera -los límites-, que no se arrepiente de no haberla puesto a pesar de saber el daño que estaba haciendo y que no ofrece la más mínima seguridad de que no volverá a pasar. Entiendo que si aparece esa persona especial, anteponemos la barrera y aun así nos enganchamos hasta el extremo de preferir irnos y dejar a la pareja, no hay nada que hacer. Suerte y buen viaje. Pero joder, si no anteponemos una barrera que proteja a nuestra relación, si no respetamos unos limites, la pareja está condenada al fracaso y no estoy interesado en este tipo de proyectos. ¿Tan díficil de entender es?
Y en esto estoy, dandole vueltas, buscando posibles caminos, intentando resolver una ecuación que tiene las incognitas despejadas y que siempre da error. Y sin embargo, la quiero. Joder, que tengo 40 años y tengo ganas de disfrutar de la vida, con mi pareja, mi hijo, no de estar amargado por culpa de esta maldita angustia que no me deja pasar página por que se niega a admitir algo que no solo es razonable sino que, y esto es lo grave, para mi es indispensable.
Vamos a limpiar rincones...
Por fin he incumplido lo que dije en mi primera entrada respecto a no publicitar este diario.Inicialmente pretendía que fuera como un "diario íntimo de la Srta. Pepis" abierto encima de la mesa de un bar. Que quién se acercara a ojearlo lo hiciera de pasada, sin conocerme ni con ningún prejuicio, más por el morbo de asomarse a la ventana de un desconocido y echar un vistazo a su interior.Pero mi lado exhibicionista es mucho más fuerte de lo que yo mismo me creo. Al igual que en su momento publiqué una vivencia muy privada, de la cual he hablado aqui también, en un foro público -hum.lit- ahora he vuelto allí, tras semanas de no asomarme, para colgar un trozo de este diario y, logicamente, hacer mención de él.Espero que al igual que entonces, las opiniones sean amables y exentas de crueldad, lo que no quita que se critique lo que se quiera criticar.
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1 comentario:
no sé que puedo decir, estoy un tanto perpleja, es tan importante para ti que te diga que me arrepiento.
Ayer día 26 de junio, tuvimos una enganchada, los morros y la rabia formaban parte del careto, tanto exterior como inerno. Así es como me sentía.
Tu quieres pasar página tal vez necesito que te reconcilies conmigo de una vez por todas, saber que no miras hacia atrás, y entonces, te diga que estoy arrepentida de lo que pasó.
Lo vivimos de manera muy diferente,
extraña y no dejo de sentir una losa que me aplasta. Yo también noto un final, no quiero que se acerque, mi proyecto de vida está a tu lado, pero el daño fue muy grande.Sigo pensando que los dos fuimos perjudicados y ha de pasar más tiempo, para notar tranquilidad.
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