Hoy empieza el verano y estoy de mejor humor.
A pesar de que la visita del auditor de ayer fue bastante "chorra", -¿tienes preparados los listados? Pues venga, hasta otra. Toda la mañana preparando el informe para que se resuelva en diez minutos. En fin, es lo que hay.
Aprovecho que tengo un ratito, acabo de preparar una reunión -asunto inventarios- que me tendrá reunido las próximas tres horas, para continuar con el "diario".
Una cosa que me está gustando de este diario es la sensación que me transmite de estar en medio del andén de metro más concurrido de la ciudad, gritando y contando mis penas, mis problemas y mis cutre-filosofadas, mientras la gente pasa alrededor sin mirarme siquiera a la cara. Como mucho alguien se detiene un momento, piensa "otro loco" y continua su camino sin entender nada ni intentar entenderlo, que ya me va bien.
Tengo curiosidad por ver cual sería la reacción de un conocido al leer esto, que pensará al leerlo. No lo que me diría respecto al blog, sino que pensará realmente.
Bueno, en todo caso yo sigo con mis "aullidos a la luna".
Ayer estaba jodido, como intenté explicar en mi anterior entrada, pero por suerte anoche hubo una llamada telefónica que sirvió de desencadentante para poner encima de la mesa lo que me preocupaba. Desde que he aprendido a mirar y reconocer mis sentimientos soy incapaz de guardarme dentro las cosas que les afectan. Ayer hablaba conmigo mismo, es lo que hago cada vez que escribo aquí, intentando aclarar mis ideas y mis sentimientos y he de reconocer, releyendome, que estaba confuso, muy confuso.
Anoche volvimos a hablar del tema que me provoca angustia y me tiene "depre", que no me permite ser feliz y hace que me cueste sonreir o compartir alegrias con nadie. Volvimos a aclarar cuatro cosas, volvio a decirme que ya basta, que no puedo continuar así, volvió a decirme que me quería y yo volví a decirle que no era suficiente. Hablamos y hablamos, nos enfadamos -molesta ella y dolido yo- seguimos hablando y sigo confundido.
Desde que rompimos en navidad -no llegamos a separarnos, pero rompimos la pareja- y nos dimos un tiempo para intentar levantar un proyecto común nuevo, basado en que nos amamos y queremos estar juntos, no he acabado de sentirme bien. Anoche conseguí volver a dejar claros los pactos básicos en los que queremos que se base nuestra relación. Pero llegar a ello nos costó gritos, cabreos y mucha mala leche. Supongo que si yo no estuviera tan pesado ella no estaría tan a la defensiva. Claro que si ella no estuviera tan a la defensiva yo no estaría tan pesado.
Bueno, quiero ser optimista. Si respetamos nuestros pactos y es capaz de aguantarme el tiempo que yo tarde en volver a estar bien y yo sigo luchando para recuperarme y no volvemos a cagarla ninguno de los dos (yo tampoco soy un santo, pero de eso ya hablaré en otra ocasión) lo conseguiremos.
Sigo confundido, triste y algo depre pero una cosa tengo clara, por lo que duele, solo puede ser amor. Pero que ganas tengo de disfrutar de la vida, a su lado, por supuesto, sin que me vengan ráfagas de angustia que me oprimen el estómago y me cortan el rollo. Se cual es la solución, saber reconocerlas cuando vengan para evitarlas. Por que si no me van a amargar y me van a joder la relación, ahora que parece superada la crisis.
Seguire informándome.
Vamos a limpiar rincones...
Por fin he incumplido lo que dije en mi primera entrada respecto a no publicitar este diario.Inicialmente pretendía que fuera como un "diario íntimo de la Srta. Pepis" abierto encima de la mesa de un bar. Que quién se acercara a ojearlo lo hiciera de pasada, sin conocerme ni con ningún prejuicio, más por el morbo de asomarse a la ventana de un desconocido y echar un vistazo a su interior.Pero mi lado exhibicionista es mucho más fuerte de lo que yo mismo me creo. Al igual que en su momento publiqué una vivencia muy privada, de la cual he hablado aqui también, en un foro público -hum.lit- ahora he vuelto allí, tras semanas de no asomarme, para colgar un trozo de este diario y, logicamente, hacer mención de él.Espero que al igual que entonces, las opiniones sean amables y exentas de crueldad, lo que no quita que se critique lo que se quiera criticar.
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