Vamos a limpiar rincones...

Por fin he incumplido lo que dije en mi primera entrada respecto a no publicitar este diario.Inicialmente pretendía que fuera como un "diario íntimo de la Srta. Pepis" abierto encima de la mesa de un bar. Que quién se acercara a ojearlo lo hiciera de pasada, sin conocerme ni con ningún prejuicio, más por el morbo de asomarse a la ventana de un desconocido y echar un vistazo a su interior.Pero mi lado exhibicionista es mucho más fuerte de lo que yo mismo me creo. Al igual que en su momento publiqué una vivencia muy privada, de la cual he hablado aqui también, en un foro público -hum.lit- ahora he vuelto allí, tras semanas de no asomarme, para colgar un trozo de este diario y, logicamente, hacer mención de él.Espero que al igual que entonces, las opiniones sean amables y exentas de crueldad, lo que no quita que se critique lo que se quiera criticar.

lunes, 23 de julio de 2007

Otro fin de semana

Bueno, de vuelta al tajo. No tengo ganas de escribir pero me empujaré a ver que sale.





Héctor está con mis padres desde el miércoles y el domingo iremos a recogerlo. Mi madre nos ha comentado que cuando llegó descubrió que tenía piojos. No sabemos si ha sido en el Delta del Ebro, si en la calle el día que ha estado con nosotros o si ha sido en casa de mis padres. Ésta última opción es la más probable, hasta que no hablemos con la madre del compañero que estuvo con él en el Delta. Si su coleguita Joan también tiene, entonces los trae de Tarragona. Si no, son camperos, de la zona del Fai. Supongo que lo de menos es de donde vengan sino como resolverlo, por que el niño tiene unas greñas que ya me gustaría tenerlas yo. Y no nos apetece a ninguno cortarselas. Mi madre ha aplicado el sistema que le han dado en la farmacia, veremos que tal.





Comienza otro fin de semana. Sábado por la mañana. Nos levantamos a regañadientes y después de desayunar, nos vamos a Sant Andreu, por la zona donde está trabajando lola. Queremos hacer unas compras y ha visto unas tiendas interesantes. Vamos a un compraventa de coches, le ha comentado que tiene un "gerencia" que nos puede interesar. Lo vemos y nos damos cuenta que no es lo que buscamos, se queda corto. Aún así le preguntamos que nos da por el nuestro. Cualquier cifra entre tres y seis mil euros nos parecería bien. "Nada, como mucho el prever, que no llega a 600 lereles y eso que no os toca por que el coche que os quedáis no es nuevo. Puedo hacer un chanchullo, os doy el prever y cuando venda uno nuevo lo doy de baja y cobro yo el prever". Vamos, que realmente no nos da nada. Eso es morro. Cuando salimos se lo comento a lola. Buena pirata está hecha la vendedora. Nos coloca el cacharro y nos paga 600 por el nuestro. Le lava la cara y lo revende por 6000. Y si no le interesa, lo da de baja y cobra los 600 que nos ha dado. Y encima nos hace un favor. Mola. Yo de mayor quiero vender coches.





Ya que estamos paseando por el barrio, vamos a saludar a Rita, una carlina que tienen en una tienda de animales. No está a la venta, es de la propietaria. Resulta que Rita le toma el pelo y va probando todas las camas que tiene a la venta. Nos reimos un rato, jugamos con el bicho que resulta ser un encanto y continuamos ruta. Tienda de ropa de bebés. Nuestra amiga Marta a tenido un crio y queremos regalarle algo. Lola cuando hace su ruta ha visto esta tienda y le ha gustado, pero no puede parar a comprar y cuando acaba su jornada, la tienda está cerrada así que lo resolvemos en sábado. Nos enseña ropa y hay un momento en él que tengo la sensación de que mi opinión realmente importa. Se que no es más que una táctica de venta pero me encanta. La mujer parece simpática y cuando ya está todo decidido me dejan escojer a mi si prefiero los patucos tipo "john smith" azules o marrones. Azules, claro. Es como si me dijeran ¿que cojemos, el don Simon del 2007 o el rioja reserva?, valen igual .. así hasta yo acierto.


Esto último no es verdad, es solo la caricatura de una impresión, pero claro, prefiero versionar mis vivencias sin faltar a la verdad.





Cruzamos la calle y entramos en otra tienda. Aqui ya estaba todo decidido, lola se había informado previamente. Curioso, aquí si que había tenido tiempo. Es una tienda de Marihuana, venden semillas y toda la parafernalia del buen fumador. Ya tenía escogida una pipa a'maze'd y ni sobre el color opino. El vendedor nos explica su funcionamiento y sus bondades. Al final es un artilugio metálico, del tamaño de un puro pequeño, algo más grueso, que contiene una cazoleta donde meter el cogollo, un laberinto rebajado en el metal y una boquilla por la que aspirar. La ventaja es que fumas sólo maría, sin papel ni nada. El recorrido enfría el humo con lo que es como fumar en narguile -pipa de agua- y todo el alquitrán se queda en el laberinto. También vemos unas cajitas de lo más monas para llevar los cogollos, me pregunta cual me gusta y por lo visto aquí no acierto, por que lola señala directamente la que ella quería, diciendo "no esa no, mejor esta otra, que es más mona" o algo así. ¿para que preguntarán las mujeres cuando les acompañamos si luego siguen haciendo lo que tenían en mente, digas lo que digas?. Llega la hora de pagar y descubrimos que no llevamos suficiente efectivo. No admite visa, que contrariedad.

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